Las paredes de ladrillos a la vista transmiten una sensación cálida, nos remiten a construcciones antiguas, casas de campo y lugares con historia.
Son ideales para generar ambientes de estilo rústico o industrial, combinándolo con madera, metal o cemento. Para realzar el espacio y obtener un estilo moderno, recomendamos aplicar color en las paredes contiguas o en los elementos decorativos, mobiliario y textiles.
Si la pared se levantó originalmente con ladrillos vista o semivista (regulares, sin poros, lisos), y se desea cambiar o resaltar el color original, podría aplicarse un recubrimiento para protegerlo y tonalizarlo. Si, en cambio, se desea pintar de blanco, puede aplicarse látex o esmalte; sin renunciar a su terminación rústica, pero aportando luz y claridad. En este caso hay que tener especial cuidado ya que si hay problemas de humedad, se va a producir un amarilleo en la superficie con el pasar del tiempo.
En aquellos casos donde se retira el revoque, para dejar visible la estructura de ladrillos, se pueden colocar productos para evitar el desprendimiento de polvillo y resaltar la tonalidad original del ladrillo. Evaluar previamente la superficie, ya que si hay humedad residual, en algunos puntos puede blanquear la película.
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