Si estás constuyendo tu casa y planeas este espacio desde cero, o si buscas un cambio, sin entrar en gastos ni complicaciones de obra, te brindamos soluciones prácticas y de gran efecto para que el baño sea un lugar de disfrute y desconexión.
Cuando buscamos generar un ambiente fresco y luminoso, debemos unificar techos y paredes en blanco. Sobretodo si no hay buen ingreso de luz natural, elegir materiales que la reflejen. Además, esto nos permite jugar con elementos decorativos que pueden cambiarse de acuerdo a la época del año, las modas y estilos, sin encarar reformas.
Si el espacio es reducido y aún así optamos por un color intenso, se aconsejan muebles livianos (como una pequeña mesada de madera con el toallero al frente, para no recargar las paredes y disimular espacio de guardado), espejos sin marco, artefactos de línea pura y jugar con la iluminación para profundizar el efecto sugerente.
En los cuartos en suite, donde en general hay que integrar áreas como el dormitorio, el vestidor y el baño, resulta importante mantener una continuidad en la gama de los colores y el estilo para mantener un conjunto armónico.
Con elementos sencillos y sutiles contrastes, se puede infundir originalidad Una cuidadosa selección de textiles, en lugar de optar por los genéricos, puede provocar un gran cambio: cortinas, alfombras e incluso las toallas, un elemento al que no suele prestarse demasiada atención, son perfectas para sumar color, generando contraste o armonía. Aplicar el mismo criterio en la elección de tensores y ganchos de cortinas, percheros y toalleros, detalles que conformarán el estilo. Para aportar calidez jugar con plantas, láminas enmarcadas, velas, flores, jabones perfumados, canastos para el papel extra.
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